Quien no está contra nosotros, está por nosotros.
M Mons. Vincenzo Paglia
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Evangelio (Mc 9,38-40) - En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: "Maestro, vimos a alguien que echaba fuera demonios en tu nombre y quisimos detenerlo, porque no nos seguía". Pero Jesús dijo: "No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre y pueda inmediatamente hablar mal de mí: el que no está contra nosotros, está por nosotros".

El comentario al Evangelio de monseñor Vincenzo Paglia

Este pasaje evangélico suena particularmente relevante en nuestro mundo contemporáneo mientras somos testigos del resurgimiento de muros y barreras que se oponen a pueblos y naciones. El Evangelio ayuda a comprender y reconocer cuánto bien y belleza hay en el mundo y en el corazón de los hombres. Y los discípulos deben apreciarlo. Todo aquel que trabaja con caridad es bienvenido por el Señor, como se afirma también en el pasaje evangélico de Mateo 25 a propósito del juicio universal. Jesús vincula la salvación incluso con ofrecer un vaso de agua a los que tienen sed. Es decir que la caridad es camino de salvación para todos, incluso para los que no creen. El apóstol Pablo sigue la misma línea cuando escribe: "Mientras... Cristo es anunciado, me alegro" (Flp 1,18). Esta apertura y disponibilidad no significan en absoluto traicionar el cristianismo y adoptar una actitud de indiferencia, y mucho menos renunciar a la propia identidad. La Palabra de Dios es exigente con todos y pide a todos la conversión, pero también es comprensión profunda del bien que puede surgir de cada hombre. En un mundo como el nuestro, donde competimos para distinguirnos de los demás, considerándonos a veces mejores y despreciando a los demás, la advertencia de Jesús es particularmente significativa y contracorriente. Precisamente a partir de la fuerza de nuestra fe e identidad cristianas, el Evangelio nos permite discernir y valorar el bien que hacen los hombres, para que sea sustentado y contribuya a la construcción de un mundo mejor.