Entre los nacidos de mujer no ha surgido uno mayor que Juan Bautista
M Mons. Vincenzo Paglia
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Evangelio (Mt 11,11-15) - En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «En verdad os digo: entre los nacidos de mujer, nadie ha surgido mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. Desde los días de Juan Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia y los violentos se apoderan de él. De hecho, todos los Profetas y la Ley profetizaron hasta Juan. Y, si queréis entender, él es el Elías que ha de venir. ¡Quien tenga oídos, escuche!

El comentario al Evangelio de monseñor Vincenzo Paglia

Jesús señala a Juan Bautista como ejemplo para los creyentes: «Él es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de vosotros, él preparará vuestro camino». El Bautista, con su vida austera, había preparado su corazón para el encuentro con Dios: luchó contra sí mismo para que creciera en él el hombre espiritual que sabe esperar al que había de venir, el Mesías. Se convirtió así en un hombre que se deja guiar por el Espíritu de Dios, no por sus propias tradiciones. Todo esto exigía una lucha contra sí mismo, hecha de disciplina, compromiso, perseverancia en la oración, desapego de las riquezas, obediencia al Señor, unión del corazón a Dios. Juan, haciéndose "violencia" a sí mismo, afinó los ojos de su corazón. y así pudo reconocer a Jesús tan pronto como lo vio venir hacia él en el Jordán. Con su predicación abrió un camino en el corazón de los hombres de su generación para que ellos también pudieran reconocer y acoger al Mesías que ahora estaba a sus puertas. Por eso Jesús puede decir de él que es "el mayor entre los nacidos de mujer", es decir, un único hermano enviado por Dios para que también nosotros preparemos nuestro corazón para acoger a Jesús como Salvador. Además diciendo que el más pequeño en el reino, es decir, el que es hijo de la predicación de Jesús, es mayor que el Bautista. Es la invitación que Jesús dirige a todos los discípulos del reino para que comprendan la grandeza de la vocación que han recibido. No podemos evitar preguntarnos en este momento difícil que pide amor creativo, ¿qué hacemos con esta confianza que el Señor deposita en cada uno de nosotros? Es una pregunta que en este tiempo de Adviento debe involucrarnos más de cerca, conscientes de que el mundo entero espera este nacimiento.