Segundo anuncio de la pasión
M Mons. Vincenzo Paglia
00:00
00:00

Evangelio (Lc 9,43b-45) - Aquel día, mientras todos estaban asombrados de todo lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: "Pond en vuestras mentes estas palabras: el Hijo del Hombre está a punto de ser entregado en manos de los hombres". Sin embargo, ellos no entendieron estas palabras: les resultaban tan misteriosas que no comprendían su significado y tenían miedo de interrogarlo sobre este tema.

El comentario al Evangelio de monseñor Vincenzo Paglia

La insistencia en decir: "Pon bien en tu mente...", parece querer forzar la dureza de la mente de los discípulos en la comprensión de su verdadera identidad. Les advierte enérgicamente que no se dejen engañar por la admiración que todos sienten por él, porque le espera una muerte humillante y dolorosa. Ser "entregado en manos de los hombres", en lenguaje bíblico, significa sufrir la suerte dolorosa y cruel de una persona abandonada por Dios y dejada precisamente en poder de los hombres y de su libre albedrío. De hecho, eso es exactamente lo que sucederá. Pero a pesar de esta claridad – subraya el evangelista – los discípulos no comprenden. Es una notación que podemos aplicar también a nosotros, que muchas veces estamos alejados, como lo estaban los discípulos de entonces, del pensamiento de Jesús, de sus preocupaciones y, sobre todo, del sentido que tenía de su propia misión. No es en la fuerza y ​​en el poder humano donde se alcanza la salvación, sino sólo en el camino del amor a todos, un amor que llega hasta dar la vida por los mismos enemigos. El evangelista observa que los discípulos siguen sin comprender las palabras de Jesús: "Permanecieron tan misteriosas para ellos que no captaron su significado". Y se quedaron en silencio, sin pedir más explicaciones. Es una actitud de dureza y desconfianza. No aceptan su ignorancia y prefieren permanecer en la oscuridad. Sin embargo, Jesús no los abandona. Continúe enseñándoles, con la esperanza de que poco a poco comprendan el Evangelio.